martes, 28 de agosto de 2007

cronologia y el Fobaproa el Gobierno de Ernesto Zedillo

CRONOLOGIA

1 de Septiembre de 1982.

Nacionalización de la banca. Tras la devaluación del peso (26 a 47 pesos por dólar), ante la insuficiencia de las reservas internacionales del Banco de México para hacer frente a la demanda de dólares y la cancelación de créditos a México por parte de la banca internacional para subsidiar la cartera vencida del sistema financiero nacional, el gobierno de José López Portillo decretó la expropiación de las instituciones bancarias y el control generalizado del tipo de cambio. La Federación tuvo que desembolsar tres billones de pesos (viejos) para adquirir las instituciones de crédito comerciales y privadas, cuya deuda ascendía a 25,000 millones de dólares.

1983 Ficorca.

Creación del Fideicomiso de Cobertura de Riesgo Cambiario (Ficorca). En el marco de la recesión económica derivada de la crisis de 1982, el gobierno de Miguel de la Madrid obtuvo un préstamo del exterior para financiar el déficit fiscal, la deuda externa y la actividad productiva. Dichos recursos sirvieron para crear el Ficorca, fondo que se empleó para salvar de la quiebra a 20 grandes empresas al asumir pasivos por 12, 000 millones de dólares mediante garantías del Banco de México (Proceso 1131). Comenzó la privatización de empresas paraestatales.

1987 Crack de la Bolsa Mexicana de Valores.

Crack de la Bolsa Mexicana de Valores. Luego de la nacionalización de los bancos, se desarrolló en México una banca paralela mediante casas de bolsa, arrendadoras financieras, aseguradoras y sociedades de inversión cuyos dueños adquirirían posteriormente los bancos durante la reprivatización. Para atraer capitales, el sistema financiero nacional elevó las tasas de interés para los inversionistas en la bolsa a costa de la deuda pública interna y de que la inversión se convirtiera en especulativa. La crisis en la Bolsa de Valores de Nueva York provocó el desplome del sistema bursátil nacional y la devaluación del peso frente al dólar.

1990 Fobaproa.
Creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Con el antecedente de sucesivas crisis económicas que, entre otros efectos, llevaba a la falta de liquidez del sistema bancario, y tras el anuncio de la desincorporación de las instituciones de crédito, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari instituye el Fobaproa, un fondo de contingencia para enfrentar problemas financieros extraordinarios. Ante posibles crisis económicas que propiciaran la insolvencia de los bancos por el incumplimiento de los deudores con la banca y el retiro masivo de depósitos, el Fobaproa serviría para asumir las carteras vencidas y capitalizar a las instituciones financieras.


1991 Reprivatización de la banca.

Reprivatización de la banca. En el marco de la desincorporación de empresas del sector público para reducir los gastos de la administración e involucrar a la iniciativa privada en el proceso productivo, fueron vendidos 18 bancos. De acuerdo con el texto La política económica en México, 1950-1994, de los 61,600 millones de pesos obtenidos por la venta de 409 empresas paraestatales durante el sexenio salinista, 37,800 millones de pesos provinieron de la venta de bancos.

Diciembre 1994 Crisis económica

de 1994-1995. Tras seis años de sostener una lucha a ultranza contra la inflación, el tipo de cambio se sobrevaluó y repercutió en déficit comercial, endeudamiento externo, reducción de las reservas internacionales y especulación desmedida en el marcado de valores. La combinación de estos factores con diversos acontecimientos políticos provocaron una abrupta devaluación del peso y una inusitada alza en las tasas interés. Varias empresas dejaron de cumplir con sus obligaciones ante los bancos y se registraron retiros masivos de capital por la desconfianza hacia las instituciones de crédito. Los bancos dieron visos de insolvencia y se temió el colapso financiero.

1995 Aplicación del Fobaproa.

A finales de 1994 tuvo lugar la crisis económica más grave de la historia contemporánea mexicana. Entre otras reacciones, la crisis provocó el sobreendeudamiento de las empresas y familias ante los bancos y el cese de pagos por parte de los deudores. Una eventual quiebra de los bancos habría hecho imposible el acceso a créditos y los ahorradores no hubieran podido disponer de sus depósitos, lo que habría colapsado la infraestructura productiva, por lo que el Gobierno Federal aplicó el Fobaproa para absorber las deudas ante los bancos, capitalizar el sistema financiero y garantizar el dinero de los ahorradores. Los pasivos del Fobaproa ascendieron a 552,000 millones de dólares por concepto de cartera vencida que canjeó por pagarés ante el Banco de México. Dicho monto equivale al 40% del PBI de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna.








Enero 1995 Procapte

Se creó el Programa de Capitalización Temporal (Procapte) mientras culminaban las operaciones para que el Fobaproa absorbiera la cartera vencida a los bancos, el gobierno federal recurrió a la creación del Procapte, un instrumento alternativo para sanear el sistema financiero con el acceso rápido y en mayor volumen de capital extranjero y recuperar la solvencia de los bancos. Adicionalmente, la administración de Ernesto Zedillo propuso a los deudores de la banca reestructurar sus deudas por medio de unidades de inversión (Udis). Según la propia reglamentación del Fobaproa, la adquisición de deudas por parte del fideicomiso se realizó a condición de que los accionistas de las instituciones de crédito inyectaran recursos frescos.


1996 Ucabe

Creación de la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial (Ucabe). A consecuencia de la crisis de 1994-1995, muchas empresas se vieron imposibilitadas de pagar sus deudas, por lo que reestructuraron sus débitos a través de la Ucabe, que funcionó con recursos fiscales a instancia de la Secretaría de Hacienda. Acorde con datos de la propia dependencia, el Ucabe sirvió de aval para el rescate bancario y benefició a 54 empresas por un monto de 9,700 millones de dólares.

Marzo 1998 Iniciativas presidenciales.

El Ejecutivo Federal envía al Congreso de la Unión un paquete de cuatro iniciativas para crear un marco legal que reduzca las posibilidades de una nueva crisis bancaria, así como para crear mecanismos más eficientes de supervisión a las actividad crediticia y facilitar la capitalización de los bancos. Por tanto, con el objetivo de exigir mayor disciplina en la administración del sistema bancario, el Ejecutivo propuso la creación del Fondo de Garantía de Depósito (Fogade), instancia que protegería el dinero de pequeños y medianos ahorradores e involucraría al Poder Legislativo en la tarea de supervisar los bancos.
Asimismo, propuso la instauración de la Comisión para la Recuperación de Bienes, cuya función consistiría en recuperar, administrar y enajenar bienes y derechos que el Fobaproa y el Fondo de Apoyo al Mercado de Valores (Fameval) adquirieran como resultado de la crisis. La propuesta que causó mayor controversia y que orilló al Congreso a ordenar una auditoría al Fobaproa fue la de convertir en deuda pública los pasivos de dichos fondos que sirvieron para asistir a los bancos, cuyo monto asciendió a 552,000 millones de dólares. Las iniciativas presidenciales no prosperarán hasta que los legisladores obtengan el resultado de las auditorías y emitan un veredicto.



Las iniciativas son: a) Decreto que abroga la Ley Orgánica del Banco Nacional de Comercio Exterior, Sociedad Nacional de Crédito, Institución de Banca de Desarrollo; b) Decreto que reforma la Ley del Banco de México; c) Decreto por el que se adiciona la Ley del Banco de México; se expide la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y se reforman las leyes para Regular las Agrupaciones Financieras, de Instituciones de Crédito, General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, del Mercado de Valores, y de Sociedades de Inversión; y d) Decreto por el que se expiden la Ley Federal del Fondo de Garantía de Depósitos y la Ley de la Comisión de Recuperación de Bienes, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes del Banco de México, de Instituciones de Crédito, del Mercado de Valores, para Regular las Agrupaciones Financieras y General de Deuda Pública.


Julio 1998.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, accede a que el Congreso analice las operaciones realizadas en el Fobaproa, mientras los legisladores acuerdan citar a altos funcionarios y ex funcionarios públicos, empresarios y banqueros para esclarecer supuestos fraudes antes y durante el rescate bancario. Con el documento "Fobaproa: El gran atentado contra la economía. Alternativas para impedirlo", el Partido de la Revolución Democrática reafirma su negativa a convertir en deuda pública las pasivos del Fobaproa, exige castigo a funcionarios y empresarios que incurrieron en malos manejos, apoyar sólo a pequeños y medianos ahorradores, restringir inversión extranjera y fijar un mecanismo permanente de supervisión a los bancos.

4 de Agosto de 1998. La lista del PRD.

El PRD divulga una lista con los nombres de los principales beneficiarios del Fobaproa ante acusaciones de violación al secreto bancario por parte de la SHCP, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Secretaría de Gobernación. El presidente nacional de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que es "inconstitucional" que se pretenda transformar en deuda pública los débitos de empresarios y banqueros.

20 de agosto de 1998 Propuesta del PAN.

Con la certeza de que la crisis bancaria de 1994, además de obedecer a factores externos a la economía mexicana, se debió a la "ineficacia y corrupción" en la administración de los bancos, el PAN lanzó su propuesta para solucionar el tema del Fobaproa. Con el documento "Propuestas de solución integral a la crisis bancaria" el PAN propuso la creación de un Instituto para el Seguro de Depósitos Bancarios, organismo supervisado por el Congreso para respaldar el dinero de los ahorradores, para recuperar los activos en poder del Fobaproa. De igual forma, avaló la práctica de una auditoría del Fondo para detectar posibles irregularidades durante el rescate bancario, privilegiar la protección de pequeños y medianos ahorradores, maximizar la cobranza de cartera vencida en poder del Fondo y castigar a aquellos funcionarios que hicieron mal uso de la administración de las instituciones de crédito.

28 de Agosto de 1998. La propuesta del PRI.

Que la deuda pública del Fobaproa se reduzca 30%, que los bancos asuman el porcentaje de riesgo al que se comprometieron en la compra de cartera; descuento de hasta 45% para deudores hipotecarios y de hasta 60% a productores pesqueros y agropecuarios; reducir hasta en 45% las dudas de pequeñas y medianas empresas y luz verde a la auditoría al rescate financiero por parte de la Cámara de Diputados. Estas son las alternativas sugeridas por el tricolor que incluyen una exigencia para que los delincuentes de "cuello blanco" no tengan derecho a la libertad bajo fianza y crear un instrumento más riguroso de supervisión bancaria para evitar sucesivas crisis financieras.


14 de septiembre de 1998. Acuerdo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo

Para reformar el sistema financiero. Al cumplirse seis meses de que el presidente Ernesto Zedillo enviara al Congreso el paquete de iniciativas de ley para reestructurar el sistema bancario, lapso en el cual el debate parlamentario estuvo suspendido por iniciativa de los partidos de oposición, quienes consideraron pertinente esclarecer previamente las operaciones del Fobaproa, los líderes de las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, PRI, PT y PVEM acordaron junto con los secretarios de Hacienda y Gobernación firmar un "acuerdo marco" para sacar adelante las propuestas presidenciales. El documento contempla: crear mecanismos de supervisión más eficientes sobre la actividad crediticia, estudiar la legalidad de las operaciones del Fobaproa, establecer un marco jurídico para evitar nuevas crisis financieras, castigar a quienes se hayan beneficiado o hayan permitido alguna ilegalidad en las operaciones del salvamento bancario, abatir costos del quebranto financiero, apoyar a pequeños y medianos deudores y buscar la mayor equidad en la distribución de los costos del rescate.


No intento abordar lo que no me corresponde, la mecánica o la logística de Fobaproa, asunto de expertos. Al respecto, sólo me pregunto cómo se fue dando la extrema privatización del conocimiento de la Banca y de la macroeconomía. En materia tan fundamental, concentrar el repertorio del saber en unas cuantas manos, todas parciales en extremo, equivalió y equivale a disolver la posibilidad misma del conocimiento. Para los gobernantes -políticos y empresarios, no necesariamente en ese orden- mientras menos personas estén al tanto, mejor. Así era, o así debió ser, hasta que -lástima- los pocos a cargo de la información dejaron de entender los hechos, si alguna vez lo hicieron, ocupados en manipular y ocultar. Basta oír o leer ahora las explicaciones de funcionarios y empresarios para certificar, y casi ante notario, su ignorancia. Si algo supieron, la urgencia de enredar, confundir y engañar, los alejó del entendimiento. Véase (Proceso, 19 de julio de 1998) la explicación ofrecida por el señor Enrique Vilatela Riba, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Conacomext), a propósito del escándalo o escandalazo del World Trade Center, y la onerosa maniobra que benefició al dueño del grupo Gutsa, Juan Diego Gutiérrez Cortina, seguramente filántropo y patrono de causas pías. Vilatela notifica: los piadosísimos Gutiérrez Cortina deben más de 424 millones, más 60 millones de dólares de Bancomext, más otro crédito de 5 millones. Total: casi 490 millones de dólares... ¡Qué bellas y translúcidas las cifras en su dimensión aplastante! Luego, nos regala un vistazo a los enredijos del asunto.
Según Vilatela, Fobaproa entra al rescate del Banco Mexicano Somex, que costeó los trabajos de WTC. Fobaproa le compra al Banco toda la cartera vencida, incluido WTC, conduce a ceros el capital del Banco, sanea la institución y se la vende al Banco Santander de España. Un negocio redondo (tal vez no para la nación) que admiran sin duda los ex izquierdistas que hoy en la prensa veneran a Fobaproa como a la nueva ermita de la Villa. Y Bancomext se entera del canje: su deudor ya no es el Banco Mexicano sino Fobaproa. Dentro de las finanzas del gobierno, tardan en circular las noticias de los enredos financieros del mismo. En casa del herrero, discreción absoluta sobre minerales. Fobaproa, muy reservado en sus movimientos "para no perjudicar a inocentes", no le dice a Bancomext nada, ni en cuánto compró los 424 millones de dólares, ni le avisa de los 162 millones de dólares que Banco Mexicano redescontó de Bancomext, ni tiene idea de cómo hacer funcionar el WTC. Por lo visto, en cada uno de los casos, qué calladito se lo tenía Fobaproa. Se negocia el traspaso de la deuda y Bancomext se hace del WTC. Y si valen lo mismo 102 millones en cash que 424 millones de valor nominal, lo sabremos con el transcurso de los siglos esos testigos de descargo de la gravedad de los problemas.
A continuación, la falta de claridad expresiva nos demuestra cuán limitado es nacer en México. Se pronuncia Vilatela:
-Lo que debe quedar claro es que el proyecto sigue siendo de Gutsa. Nosotros lo que compramos fue la deuda. El proyecto sigue siendo de ellos. Ellos son los dueños. Lo que pasa es que estaban tan apalancados, tan endeudados, que la solución la tenemos que encontrar en el conjunto.
Y la hallaron, a fe de las potencias de Lo Alto que protegen a sus hijos cuando demuestran que nunca han sido pobres. Bancomext se ha quedado con todo, y Gutsa ha ganado, porque no es lo mismo ser deudor de El Barzón, que deudor apostólico. Pero antes de tan faustos acontecimientos, don Enrique Vilatela nos hace evocar el mejor lonesco, el de Rinocerontes y La cantante calva. El reportero Carlos Acosta Córdova se intriga:
-Esto que señala tiene el mismo problema que la mayoría de las operaciones con Fobaproa: nada queda claro. Gutsa compra el proyecto en 5 millones de dólares. Banco Mexicano le inyecta recursos: su deuda crece hasta más de 420 millones; no la pagan, ustedes asumen la deuda... y ellos siguen siendo los dueños. ¿Cómo es eso?
Las objeciones nunca incomodan a los yuppies, y si me atrevo a imaginarme al señor Vilatela como yuppie, es por no visualizarlo como licenciado en Economía de la UNAM que viaja en Metro. Habla, y no pregunta en dónde quedó la bolita, porque es obvio, quedó fuera de la vista de los presentes. Brota a la vera de las palabras de Vitela la animación de los Consejos de Administración, esa alma máter de la prosperidad. ¿Cómo es eso de que debe, si es de buena familia, no debe nada? Eso es fácil, nos dice el exégeta:
Tenemos que ponernos en dos tiempos, el tiempo actual y el tiempo futuro. En el tiempo actual no ha habido nada con Gutsa, no se le ha quitado deuda; es decir, Gutsa sigue debiendo los 490 y tanto millones de dólares, bueno, no Gutsa, sino el WTC... Ahora la bronca es mía, pues la pregunta es: ¿qué vamos a hacer con esta deuda? Yo tengo que reconocer, como institución, que la deuda que compré no vale el valor nominal.
La disculpa prosigue a propósito de cada uno de los expedientes de Fobaproa. ¿Oculta tan suprema exhibición de incompetencia, algún desprecio por la sociedad? Ni siquiera, porque según los financieros la sociedad simplemente no existe, es la fantasmagoría que les toca a los políticos. A los financieros en el sector público o en el privado, les corresponde otra dimensión metafísica, las misma que en este momento nos informa de hechos que deberán alegrar a los ex izquierdistas, preocupados porque el retraso en sacralizar Fobaproa nos lleve al comunismo. Estos son los hechos: el 25 por ciento de las cuotas de depósitos, compraron el 68 por ciento de las cuentas. Así, unos cuantos se responsabilizan por gastar lo de casi todos. Y, alégrense los salinistas de corazón y los zedillistas que leguen a darse: el 3.8 por ciento de las cuentas tiene el 83 por ciento de los depósitos. ¡Albricias, pastores!
Fobaproa es la mejor lección de economía jamás recibida en México. Pese al costo es descomunal, inverosímil, el gobierno de Ernesto Zedillo y la casta financiera se niega a que extraigamos lecciones. Por eso, el doctor Provencio, vocero de la Secretaria de Hacienda insiste en las distinciones drásticas: no es el pueblo sino el contribuyente quien paga a Fobaproa (es decir, no te fijes cómo vengo, lo bueno es que ya llegué, o alguna interpretación de esa índole al gusto refranero de moda), y si los del PRD dejan de mentir sobre Hacienda, la Secretaría dejará de decir verdades sobre el PRD. (Es decir, las verdades de las huestes del doctor José Angel Gurría no se dicen de oficio). Lo de Fobaproa nos ha regalado en unos cuantos fértiles meses, una corrucopia deescándalos en verdad notable. Así por ejemplo, hemos comprobado que detrás de las paredes de las mansiones de Lomas de Chapultepec, el Pedregal, Bosques de las Lomas, San Angel y Garza García -y ésta es la mayor revelación- vive y derrocha no la élite de la inteligencia nacional, sino el más conspicuo muestrario de ineptos jamás conocido.
"No sirve para nada que sea banquero o funcionario del ramo de las finanzas". Este consejo de hadas madrinas y orientadores vocacionales, se ha obedecido al pie de la letra en el caso de los flautistas de Hamelin del desastre nacional. Contemplar en televisión a don Carlos Gómez y Gómez, o a don Angel Isidoro Rodríguez "El Divino" (but of course), o a don Manuel Somoza o a don Eduardo Fernández García, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, o a don Adrián Sada González, gran accionista de Serfín, o a don Javier Arrigunaga, director de Fobaproa (les añado respetuosamente el Don, para distinguirlos de los simples ineptos), es tener noticia fidedigna de las abismos sintácticos y la prepotencia escultórica y la vanidad que es en sí misma galería de espejos y la seguridad de quien nace con un juego de cubiertos de oro y plata en la boca. (Mi favorito es don Manuel Somoza, el convencido, de acuerdo a lo que vi en el canal 40, de que a los pobres los beneficiará en grado sumo Fobaproa, porque los estimulará a ser todos, al mismo tiempo, multimillonarios, para que no les vaya a pasar lo de a los pobres mexicanos en los días de Fobaproa).

El sexenio del presidente Ernesto Zedillo (1995-2000) se inició en circunstancias particularmente difíciles: deuda externa e interna muchísimo más grande de lo que sabíamos los mexicanos; una alta tasa de desempleo abierto; una inflación galopante; movimientos guerrilleros en el sur del país; corrupción en las instituciones y cuerpos policíacos; asesinatos y ajusticiamientos masivos como los casos de Aguas Blancas y Acteal; magnicidios políticos (Juan Jesús Posadas Ocampo, Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu y Abraham Polo Uscanga); inseguridad e incremento de la delincuencia organizada; detrimento del proceso democrático y reforma del estado; la Huelga en UNAM, el FOBAPROA-IPAB el RENAVE, y los casos de corrupción de políticos priístas como: Oscar Espinosa Villareal, Mario Villanueva, Jorge Carrillo Olea; todos estos problemas y muchos otros más arrancaron en medio de una crisis económica de gran magnitud que planteó al país retos enormes.
El gobierno del presidente Zedillo tuvo como principal responsabilidad tratar contener la crisis económica, consiguiendo resultados parciales por su administración. Esto obviamente se reflejo durante toda su gestión en demandas y reclamos de los mexicanos por justicia y equidad social.
Pero ¿Qué avances logró el presidente Zedillo?
ELEVAR EL NIVEL DE VIDA, SALDO PENDIENTE
Podría decirse que mientras Salinas llevó a cabo la reforma económica neoliberal, Zedillo inició, y dejó inconclusa, la reforma social neoliberal.
El “bienestar de la familia” fue solamente un slogan de campaña; la población fue sacrificada; la desigualdad fue en aumento; el ingreso nacional continúo concentrándose en grupos vinculados estrechamente con el gobierno y siguieron prevaleciendo márgenes muy altos de ineficiencia y corrupción en el aparato administrativo.Los saldos políticos, sociales y económicos que hasta hoy seguimos viviendo son sobre todo la disminución del nivel de vida de la población, debido a que política del sexenio Zedillistas se ajusto a los dogmas del neoliberalismo. Donde uno de los primeros dogmas que trato de aplicarse fue el desarrollo de la teoría del capital humano, que concibe el subdesarrollo y la pobreza como consecuencia de la carencia de capital humano (educación y habilidades productivas) entre las mayorías de la población. El segundo dogma es la búsqueda de la eficiencia productiva evitando el desperdicio de los recursos. De ahí la focalización de los esfuerzos y recursos del estado deberían ser canalizados sólo a los pobres en extremos, para evitar el desperdicio, que supone, según esta ideología, apoyos a quienes no lo necesitan, como ocurre con los subsidios generalizados. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a la cual pertenece México, en términos comparativos con las naciones integrantes de ese organismo, el ingreso por habitante de aquel entonces estaba prácticamente en la lona, pues el promedio de ingreso era apenas de 4 mil 386 dólares anuales, lo que contrastaba con los 38 mil 616 dólares de Luxemburgo.
Vemos que los salarios reales durante todo el sexenio, bajaron casi 25% entre 1994 y 1999. En cifras oficiales, se demostró también que el gasto social en el año pasado sólo representaría 7.8% del PIB, que era la proporción más baja desde 1992. Para 1999 -señala un documento elaborado por la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados- se propuso que el gasto social ascendiera a 413 mil 963.9 millones de pesos, que representaba 8.9% del PIB, cuando en 1994 representó 9.1%.Sabemos que funcionarios del gobierno saliente tramposamente establecieron el comparativo de 1995, año en que el país sufrió los efectos de una severa crisis económica, y por tanto los niveles de gasto fueron muy bajos. Esto se reflejo directamente en la reducción de gastos en educación, salud y subsidios alimentarios, que tan sólo en los años del 96 a 98 decrecieron 6%, 7% y 10%, respectivamente.
Dicho estudio mostró que se favorecía al Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), dirigido a las familias extremadamente pobres, tuvo un aumento presupuestal de 72%, al pasar de 4 mil 489.5 millones de pesos en 1998, a 7 mil 724.4 millones en 1999. Sin embargo, el presupuesto general para la educación se redujo en 251.2 millones de pesos (6%); el de salud, 305.3 millones (7%), y el de subsidios alimentarios, 622.8 millones de pesos (10%). Esto significó que más de la tercera parte del incremento del Progresa se dio a costa de las reducciones en otros renglones de la política social. La pobreza afecto cuando menos al 70% de la población, y lo más grave es que su dinámica de crecimiento es acelerada: los últimos datos oficiales señalaron que de 1992 a 1994, por ejemplo, la pobreza creció alrededor de 40%, o sea 15 millones de nuevos pobres.
Esta pobreza se vio reflejada en entidades del país como Puebla, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca, Guerrero, el estado de México, Chiapas y Veracruz, en los cuales la pobreza creció más de 80% en esos años.
Cabe advertir que Ernesto Zedillo al inicio de su gestión señalo que: “el éxito o el fracaso de mi política social se verá reflejada en Oaxaca” (La Jornada, 15 Mayo de 1995). Oaxaca representa, pues, el fracaso de la política social neoliberal del entonces mandatario. Actualmente en Oaxaca 448 municipios de 570 que existen en la entidad, viven en pobreza extrema, concuerdan investigadores, religiosos y campesinos. Pero según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), de 596,225 hogares de esta entidad, el 35.3% no recibe ningún ingreso, 19.9 % capta menos de un salario mínimo, 17.4 % menos de dos y sólo 14.5% recibe tres o más salarios mínimos (INEGI, Anuario Estadístico 2000).
Por lo tanto, la desigualdad en México se da en todos los órdenes y no sólo por el ingreso de las personas, sino también por las escasas oportunidades de acceso a la vivienda, trabajo, salud y educación.
La población económicamente activa en México en ese tiempo era de casi 35 millones de personas, el uno por ciento de esa población lo formaban los más ricos que poseían el 13.9 por ciento del ingreso total, con 10 mil 669 dólares mensuales, mientras que los grupos más pobres reciben sólo 38 dólares al mes.
Por otra parte, el deterioro de la vida de más de 15 millones de indígenas en toda la República que se debatían entre la miseria y la explotación, por lo que, según un reporte de la FAO, estaban propensos a rebelarse por lo menos en cinco regiones del país, con una “violencia incontrolable”.
Donde el 80% de los indígenas pertenecen a unas 56 etnias, de estas se ubican en la categoría de pobreza extrema, según un informe presentado por la Confederación Nacional Campesina, organismo perteneciente al Partido Revolucionario Institucional.Además, alrededor de 5 millones de indios -hombres, mujeres y niños-, son obligados por las circunstancias a trabajar más de doce horas al día como jornaleros, a cambio de menos 20 pesos, mientras que el salario mínimo de ese tiempo era de 34.45 pesos.Este rezago y falta de oportunidades genero a su vez una creciente migración internacional, donde entidades como Oaxaca, Chiapas y Michoacán han sido las principales zonas de expulsión de mano de obra desocupada. Hay que señalar que en estas entidades, históricamente, siguen existiendo deficientes sistemas sociales de asistencia médica y nutricional, más los bajos desarrollos del nivel educativo que condicionan la aparición del fenómeno migratorio.
LA REFORMA DEL ESTADO Y PROCESOS DE DEMOCRATIZACIÓN
Zedillo se presentó durante su gestión como un “Gran Estadista”, como el gran hombre, como un patriota que todo lo hizo por dar la alternancia política y sembrar las bases de la democracia y el pluralismo. Ernesto Zedillo Ponce de León quiso demostrar que en el país existía realmente la división de poderes, trató de demostrar que la existencia de la libertad de expresión e igualdad de oportunidades era una realidad. Y que la miseria fue combatida de modo frontal. Llego a mencionar al finalizar su gestión gubernamental “que la división de poderes fue una realidad”. También manifestó que él se marchaba con la satisfacción del deber cumplido, de haber modificado el rostro de la nación.Pero sabemos que esto no fue cierto, su gabinete trató de simular, casi por completo, el cavar la tumba para darle cristiana sepultura al viejo sistema que en alguna ocasión brilló como ejemplo de “La Dictadura Perfecta”. Donde la terquedad presidencial de someter a la Suprema Corte de Justicia y a los órganos Legislativos definió por mucho tiempo la institucionalización del presidencialismo sin límites. Pero este ejercicio de apertura de las estructuras político-gobernativas no fue cedido y propiciado por el PRI y Ernesto Zedillo. Si no que esté fue arrancado de sus manos por acontecimientos sangrientos que marcaron huella en la historia de nuestro país.Donde organizaciones sociales como ONG´s, grupos y asociaciones civiles, grupos de presión formal e informal, partidos políticos de oposición refrendaron su cuota de sangre, dejando en la transición a la democracia a muchos militantes y líderes de esas organizaciones, como si de una guerra se tratara.
Esta democracia que aún hoy sigue sin cuajar, no es producto de la “buena voluntad” de régimen Zedillista ni de la voluntad del PRI, sino que tuvo costos muy altos. Y es falaz decir o atribuirle a Zedillo que con él se inicio el periodo de docratización.Veamos que hasta el día de hoy la distancia entre el poder ejecutivo y el judicial no existe, ya que siguen existiendo una simbiosis enfermiza de estos dos poderes. Ya que el ejecutivo tiene la atribución de nombrar a los ministros de la suprema corte de justicia como al presidente de la misma, creando involuntariamente una muestra de lealtad extrema al hombre quien los asigna.
Los partidos de oposición buscaron en ese entonces crear la figura del Instituto de la Judicatura para brindar la carrera profesional dentro del poder legislativo, con el fin de romper con este idilio, hecho que hasta el día de hoy sigue sin concretizarse. Un revés que presenta el constreñir la dependencia del ejecutivo-legislativo se encuentra en la duración del cargo de ministro que es de 15 años, aspecto que genera al interior del poder, la formación de “grupos de intereses” en cuestiones legislativas. Traba para poder remover a los ministros si incurrieran en alguna falta, y la remoción sólo se puede darse por dos vías: por mandato presidencial o por juicio político. De ahí que muchos de los ministros deban su lealtad al poder ejecutivo.
Y en el caso de las cámaras de Diputados y Senadores (poder legislativo) existe una virtual separación del ejecutivo. Ya que al haber una representación mayoritaria del partido de estado en ambas cámaras, el ejecutivo no tendrá problema alguno por formular y promover sus iniciativas o reformas a ciertas leyes. Por tanto, el control del poder y del Estado esta garantizado.
Con la propuesta de la reforma del Estado iniciada por los partidos PAN y PRD, hoy sé ve difícil que el ejercicio democrático sea una realidad. Asimismo los procesos de ciudanización promovidos por el Instituto Federal Electoral en algunos casos han quedado cortos, sobre todo en los asuntos que trata el Tribunal Federal Electoral al resolver controversias de orden electoral. No hay que confundir que la reforma del estado en cuanto al ejercicio político no debe verse con el triunfo de Fox, sino que esta va más allá, y esta tiene que ver con la autonomía de los poderes del Estado Mexicano. EL SURESTE Y CHIAPAS
El general Mario Arturo Acosta Chaparro delineó las causas del origen y los móviles de la guerrilla en México son: económicas, desempleo, carencia de servicios y políticas sociales, analfabetismo, frustración, concentraciones urbanas, falta de democracia, injusticia, baja capacidad adquisitiva, alta inversión extranjera, problemas agrarios, corrupción, delincuencia y problemas económicos
Zedillo lidió seis años con los zapatistas donde jamás gobierno alguno invirtió más recursos en tierra chiapaneca y, nunca, antes miles de soldados del Ejército Federal invadió territorio tan inerme como el de los tzotziles, tzeltales, tojolabales, lacandones. El alzamiento de la guerrilla indígena en las montañas del sureste mexicano atrajo la atención del mundo que se entera de la existencia de una guerra de exterminio en contra de los pueblos indios.A muchos nos sorprende que en estos últimos meses los zapatistas, particularmente su comandancia general, vuelva a la escena política tratando de hacer una distinción entre los proyectos de los partidos que se autodenominan de Izquierda y la “Izquierda Verdadera” que Subcomandante Marcos señaló. Consideramos que está aparición del EZLN responda a una nueva forma de resistencia activa, por aquello de los tiempos políticos de los partidos políticos, recordemos que el tiempo de los zapatistas, no sólo por su fuerza sin rostro y su resistencia armada sino, sobre todo, por su afán en encontrar una nueva forma de hacer política es que se encuentra nuevamente en el escenario político. Y a propósito del balance del sexenio Zedillista, vale el recuento muy general dentro de la óptica de la Comandancia General del EZLN (comunicado del 19 de junio de 2000) sobre los seis años del zedillismo que dice a la letra: “Con Zedillo ocurrió la crisis de diciembre de 1994 (¡Costó al país más de 300 mil millones de pesos! Estiman economistas del PRI), la fuga de capitales, la devaluación del peso, el Fobaproa-IPAB, la quiebra masiva de pequeñas y medianas empresas, el aumento del desempleo y la carestía. También la reanudación de la guerra en el sureste mexicano, la militarización de zonas indígenas, el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, las matanzas de Aguas Blancas y El Charco, en Guerrero. La matanza de Acteal en Chiapas. La proliferación de grupos armados activos, lazos más estrechos entre el crimen organizado y el gobierno federal, impunidad para los delincuentes de cuello blanco, aumento del narcotráfico. Además, la entrada de la Policía Federal Preventiva a la UNAM y los intentos recurrentes de privatización del patrimonio cultural, la educación superior, la indutria eléctrica y el petróleo... En suma, la destrucción de México como país libre y soberano", por eso es que con los zapatistas miles de compatriotas opinan que "lo bueno del sexenio del señor Zedillo es que ya casi termina”.


INSEGURIDAD
En el sexenio de Ernesto Zedillo no sé logró abatir la delincuencia ni la impunidad, y el país se tornaba cada vez más convulsionado.
Hay que reconocer que las autoridades federales invirtieron en ese momento más recursos y reformo gran parte del marco jurídico para atacar el delito, e inclusive había habido una disminución del índice delictivo de 1.5 al año, pero "la meta anual debiera consistir en bajar un 15%. Por lo tanto, la mejoría es real, pero insuficiente y ridícula". Consideramos que las causas del fenómeno la corrupción policíaca y el hecho de que existieran una falta de voluntad de cambio en las agencias del Ministerio Público y en los tribunales se debió en parte a la existencia de grupos de influyentes priístas que torcieron la justicia y frenaron los programas para combatir la delincuencia. Desde entonces existió un vacío en la aplicación de la ley ya sea por la mala integración de la averiguaciones previas, el tipificar los delitos del orden común o federal y de no aplicar la ley por los encargados de las agencias del Ministerio Público y los tribunales. Era común escuchar que los legisladores realizaron tal o cual reforma, pero experimentaron en los hechos que la legislación no se aplicaba; se supo que hubo más dinero para atacar a la delincuencia y más policías, pero continuaron los robos y los asaltos, como hasta hoy.Después de varios años de que se reformaron los artículos 16 y 19 de la Constitución, y que se aumentaron algunas penalidades y se cambió el esquema de los elementos del tipo penal por el cuerpo del delito no se han visto resultados concretos siguen existiendo criminales que están libres y gente inocente en prisión. Y en el caso de la puesta en operación la Policía Federal Preventiva (Enero de 1999 y a partir de la reforma de los artículos 21 y 73 de la Constitución) esta no ha dado los resultados esperados. Este cuerpo paramilitar ha sido utilizado más como aparato represor hacia la sociedad civil (UNAM, PRD, Normales, Magisterio y bases de apoyo del EZLN) que como órgano preventivo contra la delincuencia.Es un hecho que desde la administración Zedillista el crimen organizado rebaso a las Instituciones encargadas de impartir justicia.
En muchos casos de secuestros e incluso de operaciones de narcotráfico, siguen apareciendo policías activos como protagonistas. Esto pone en duda que los programas de renovación y mejoramiento de los cuerpos policíacos estén cumpliendo con la depuración que tan se ha prometido. Por lo tanto, las promesas hecha por Sr. Zedillo en este rublo fueron incompletas. El gobierno de Ernesto Zedillo no es el último de una larga época neoliberal; es el tercero de una nueva época iniciada en 1982. Sabemos que el gobierno de Vicente Fox no será el primero de una nueva época, sino la continuidad de un período de esa misma orientación económica iniciada por Miguel de la Madrid. Por ello, en el mensaje final del presidente Ernesto Zedillo, resulto claro entender que los postulados de la Revolución Mexicana de 1910 concluyeron. Hoy existe una contrarrevolución fincada en el proyecto neoliberal que él presidente defendió e impulsó aparejado al opuesto de la revolución que él ahora pretendió reivindicar.

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